En la búsqueda de alternativas más sostenibles y amigables con el medio ambiente, los shampoos y masks sólidos se han convertido en opciones cada vez más populares. Estos productos, que se presentan en forma de pastillas compactas en lugar de líquidos, no solo reducen el consumo de plástico, sino que también ofrecen beneficios para el cuidado del cabello. Detrás de su elaboración, se encuentra una ciencia fascinante que combina ingredientes cuidadosamente seleccionados y técnicas innovadoras. A continuación, exploraremos algunos aspectos científicos clave detrás de la creación de los productos Anqos.
El primer paso en la elaboración de productos sólidos implica la selección de ingredientes adecuados. La ciencia de la cosmetología juega un papel crucial aquí, ya que se deben considerar las propiedades de los ingredientes para lograr los resultados deseados.
La segunda etapa científica clave es la formulación adecuada. Aquí es donde los químicos y científicos de formulación trabajan en la creación de una fórmula equilibrada que combine ingredientes activos con agentes solidificantes y estabilizadores. El objetivo es lograr una pastilla compacta que sea fácil de usar y que se disuelva o active con el agua. La formulación también tiene en cuenta el pH óptimo para mantener la salud del cabello y la piel.
La tercera fase científica implica la técnica de fabricación propiamente dicha. La combinación de calor y presión se utiliza para crear las pastillas sólidas, lo que requiere conocimientos técnicos y experiencia en la manipulación de los ingredientes. En este proceso, es esencial mantener la temperatura y las condiciones de presión adecuadas para garantizar que los ingredientes se mezclen de manera uniforme y se compacten en la forma deseada. Esta fase puede variar según el método de fabricación utilizado por cada marca.
La cuarta etapa científica se refiere al embalaje y almacenamiento. Dado que estos productos no contienen agua, son más estables y tienen una vida útil más larga en comparación con los productos líquidos tradicionales. Sin embargo, se deben tomar precauciones para protegerlos de la humedad y mantener su calidad.
Por último, pero no menos importante, se encuentra la ciencia del uso. Aunque estos productos son fáciles de usar, requieren un enfoque ligeramente diferente en comparación con los productos líquidos.
