Hoy en día existen una gran variedad de maneras de ayudar al planeta y contribuir a su cuidado y conservación; entre ellas está el uso de productos verdes que, además de ofrecer muchos beneficios y una gran calidad, ayudan al medio ambiente.
La industria cosmética convencional es una gran enemigo del medio ambiente debido a que ha contribuido a la contaminación y degradación de este. La mayor parte de las materias primas que utilizan provienen de la industria del petróleo y la química y, además, contienen microplásticos; por lo tanto, estos productos no son biodegradables y pueden afectar gravemente la salud humana. Además, este tipo de artículos ha elegido el plástico como su principal material de envasado, causando grandes impactos ambientales al convertirse en residuo porque puede permanecer en el planeta de 100 a 1000 años.
Debido a estas razones, y a que la preocupación y conciencia ambiental cada día se intensifican más, nació la cosmética ecológica. Esta implementa el uso de materias primas orgánicas y naturales que favorecen al cuidado del medio ambiente y benefician a la salud humana.
Sin embargo, muchos productos cosméticos son erróneamente etiquetados como “productos verdes” sin serlo; a esto se le conoce como “greenwashing”. Esto ocurre cuando, a pesar de que se utilizan materias primas naturales, se siguen utilizando envases de plástico u otros materiales que dañan excesivamente el medio ambiente. Estos productos siguen causando un terrible impacto ambiental que muchas veces es irreversible.
El consumidor debe saber que en el mercado sí existen productos cosméticos 100% verdes que están comprometidos no solo con el uso de materias primas naturales sino también con el uso de empaques ecológicos y biodegradables que no generan un daño al convertirse en residuos. En ANQOS ofrecemos productos que están completamente comprometidos con el cuidado del medio ambiente; gracias a los materiales que utilizamos en nuestros productos y empaques, podemos orgullosamente etiquetarnos como producto verde.
Es responsabilidad del consumidor hacer la transición de cosmética convencional a cosmética ecológica, eligiendo productos que son verdaderamente verdes, convirtiendo así algo cotidiano en un compromiso con el medio ambiente.
